El fetiche de los zapatos: más extendido de lo que se cree

Si las diferentes encuestas son creíbles, muchas más personas en el mundo tienen un fetiche por los zapatos de lo que se cree. Sin embargo, esto también es un hecho muy tranquilizador para muchas personas que tienen un fetiche por los zapatos.

No es enfermizo ni perverso sentirse atraído por los zapatos. Al contrario, forma parte de tu sexualidad y, por tanto, te pertenece. Sin embargo, muchas personas no se atreven a admitir su fetiche a sus parejas, se quedan insatisfechas sexualmente o tienen miedo al rechazo.

Aquí puede encontrar todos los datos que vale la pena conocer sobre los fetiches de los zapatos y obtener información completa.

Fetichismo por los zapatos o tic por los zapatos: distinciones claras

Mucha gente habla de un fetiche por los zapatos, pero se refiere principalmente al llamado tic del zapato. Las mujeres, en particular, suelen describirse como fetichistas de los zapatos porque tienen muchos y les gustan especialmente. Sin embargo, según la definición, esto no es fetichismo de zapatos.

Esto se debe a que un fetichismo es una impronta sexual por un determinado objeto o grupo de objetos. El fetichismo no significa necesariamente que la sexualidad normal ya no sea posible para esta persona. Muchos fetichistas disfrutan igualmente del sexo vainilla con su pareja.

Sin embargo, falta una parte importante, que sería necesaria para una completa satisfacción sexual. Porque el fetiche de esta gente está dirigido a los zapatos.

También aquí hay que diferenciar claramente. Porque a los fetichistas de los zapatos no les gustan los zapatos en general, sino normalmente ciertos zapatos. Una orientación especialmente extendida es la llamada altocalcifilia, que se dirige a los zapatos altos, los llamados tacones. Los tacones altos y el efecto de estiramiento de las piernas excitan a la mayoría de los hombres.

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Sin embargo, la excitación de la mayoría de los hombres al ver a una mujer así se dirige principalmente a la persona femenina. Por otro lado, los fetichistas de los zapatos también se excitan con los propios zapatos, a menudo queriendo tocarlos, acariciarlos, olerlos o embriagarse con ellos de diversas maneras.

Sin embargo, este fetiche por los zapatos no siempre tiene que girar en torno a los zapatos eróticos. Entre los fetichistas del calzado también hay personas a las que les entusiasman los zuecos, las botas de construcción o las botas de goma y cuyo fetiche se centra en este valor del calzado.

El fetiche de los zapatos a lo largo del tiempo

Como muchos otros fetiches y expresiones sexuales, el fetiche de los zapatos existe desde hace muchos años. Probablemente la primera mención de la potencia sexual de los zapatos se atribuye al autor francés Rétif de la Bretonne. En su obra "Le Pied de Fanchette", de 1769, se mencionan por primera vez los zapatos como desencadenantes eróticos.

Sin embargo, como producto de su tiempo, el autor se limita principalmente al calzado femenino. Pero no está tan equivocado en eso. Pues en general, los zapatos de mujer son los elegidos por la mayoría de los fetichistas y también de las mujeres cuando se trata de expresar su propio fetiche. Naturalmente, es difícil encontrar aquí afirmaciones vinculantes y universalmente válidas.

Dado que la formación de un fetiche suele producirse en la infancia o la juventud y que no todo el mundo hace público su fetiche o lo admite, el número de casos no denunciados en el ámbito del fetichismo del calzado es extremadamente alto. Una bonita reflexión para todos aquellos que aún no se han atrevido a confesar su fetiche a su pareja.

Es muy posible que puedas esperar más comprensión de la que te atreves a esperar.

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Fetiche por los zapatos: ¿Cómo decírselo a tu novia?

La mayoría de las encuestas muestran que los hombres, en particular, tienen un fetiche por los zapatos y apenas pueden vivirlo. Esto se debe principalmente al miedo a admitir su fetiche ante su pareja. Este es un tema difícil y definitivamente un problema. Especialmente si os conocéis desde hace tiempo, incluso si ya estáis casados, esta confesión puede resultar cada vez más difícil.

Pero primero, algo básico: La vida sin vivir la propia sexualidad profundamente sentida es enormemente difícil. Dado que sólo tienes un fetiche con los zapatos, no hay razones de peso que deban impedirte vivir tu sexualidad. Así que el objetivo debería ser poder vivir tu fetiche de zapatos con tu propia pareja.

Aquí tienes varias opciones.

Puedes hacerlo:

  • admitir libremente su fetiche y esperar la comprensión. Es importante que siempre relaciones tu fetiche con tu pareja. Esto aumenta la aceptación y reduce el miedo a que puedas "comprometerte" con los zapatos de otra persona.

  • Pídele a tu pareja que use los zapatos especiales durante el sexo. Esto es especialmente factible si su fetiche incluye zapatos que se consideran eróticos. Una mujer estará más dispuesta a llevar tacones que si le pides que se acueste contigo con botas de goma.

  • Puedes hablar de los fetiches en general y abordar el tema lentamente.

Ninguna de estas soluciones es garantía de éxito. Es importante que le des a tu pareja el tiempo suficiente para que se haga a la idea. Al fin y al cabo, puede suponer un enorme ajuste para reorganizar la propia imagen de su pareja y acostumbrarse a la idea.

Sin embargo, hay muchas parejas en las que uno de los miembros satisface fetichistamente al otro sin compartir este fetiche. Y quién sabe: tal vez tu pareja te cuente que tiene un fetiche que no conocías.

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Vivir el fetiche de los zapatos: Diferentes posibilidades

Hay muchas formas de incorporar el fetiche de los zapatos al acto sexual. Ya sea simplemente llevar los zapatos fetiche durante el sexo, besar los zapatos, olerlos: Su imaginación no tiene límites. Lo ideal es que hables con tu pareja de antemano sobre lo que más te excita.

Con el tiempo, tu pareja podrá adaptarse cada vez más a ti, haciendo que las sesiones fetichistas ocasionales sean más interesantes e intensas.

Como puede ver, el fetiche por los zapatos no es ni especialmente raro ni realmente problemático. A menudo se puede vivir un fetiche de este tipo en una relación sin problemas y sin asustar a la pareja. Si hasta ahora has mantenido tu fetiche en secreto, ésta es una buena oportunidad para abrirte.

Muéstrale a tu pareja este artículo, explícale tu fetiche y disfruta de la sensación de poder vivir tu fetiche de zapatos junto a tu pareja.

Etiquetas: Fetisch, Schuhe, Cruel Reell
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  • Schöner Artikel der das Thema gut zusammenfasst.

    Aber Schuhfetisch ist nicht gleich Schuhfetisch. Da gibt es viele Unterschiede. Ich selber habe meine Vorliebe für High Heels oder Ballerinas erst spät entdeckt. Auch das man die Schuhe nicht nur anschauen kann, sondern mehr damit anstellen kann. Fühle mich als Schuhfetischist, aber ehr ein harmloser. Gerne mal ein paar getragene Schuhe kaufen und reinspritzen oder die Partnerin bitten High Heels im Bett zu tragen... gibt aber auch schnlimmere Schuhfetischisten.

  • Habe guten Nutzen davon

    Mir kommt der Schuhfetisch der Herren sehr gelegen. Ich hatte mal ganz normale Ballerinas verkauft, die nur 1 bis 2 Mal getragen wurden. Also ich wollte sie ganz normal verkaufen. Da meldete sich dann ein Herr, der einen entsprechenden Schuhfetisch hatte. Ich war anfangs echt skeptisch, ging dann aber auf ihn ein. Er mag es stinkig ^^. Soll mir recht sein. Ich verkaufe ihm nun regelmäßig meine Schuhe :D Inzwischen finde ich das auch gar nicht mehr merkwürdig. Soll jeder das ausleben, was er toll findet.

  • Frauen haben auch Schuhfetischs

    Was die wenigsten wissen, es gibt auch Frauen mit einem Schuhfetisch. Damit meine ich jetzt nicht die Tussen, die ihren ganzen Kleiderschrank voller High Heels haben. Ich rede schon von einem richtigen Fetisch. Meine beste Freundin hat nämlich einen Schuhfetisch. Ich fand das erst total eklig, als ich sie dabei erwischt hatte. Inzwischen finde ich es nur noch lustig. Sie schnüffelt an den Schuhen von Männern. Ich erwischte sie, als sie ihre Nase in die stinkenden Turnschuhe meines Freundes steckte! :D

  • Oh Gott nun kenne ich auch den Unterschied!

    Ich dachte immer, dass ein Schuhtick das Gleiche ist, wie ein Schuhfetisch. Nun verstehe ich auch, warum ich immer etwas komisch angeguckt werde, wenn ich erzähle, dass ich einen Schuhfetisch habe. Man, schon echt peinlich. Einen Schuhfetisch habe ich eindeutig nicht. Das was ich habe, ist ein Schuhtick!!! Ich kaufe so wahnsinnig gerne Schuhe. Habe einen ganzen Schrank voll davon, viele noch ungetragen. Aber ich stelle damit eben nichts an, also nicht dran riechen, nicht zum Sex benutzen und so.