Los azotes
"Estoy a punto de azotarte" suena como una amenaza para muchas personas. Pero una parte cada vez mayor de la población asocia esa frase con el erotismo y la tensión. Porque los azotes, es decir, el placer de golpear o ser golpeado, son cada vez más populares.
Nos gustaría explicarle aquí qué formas de azotes existen, qué ayudas puede utilizar y cómo difieren los azotes de una persona a otra.
El término spanking
Los azotes son un medio popular de castigo, es decir, golpear a tu pareja con la mano o con diversas herramientas.
El placer activo y pasivo de los azotes
Los azotes pueden y deben dar placer y lujuria a ambos miembros de la pareja. Tanto la pareja que da los azotes activamente como la pareja azotada pueden experimentar diferentes formas de placer. Hay sádicos y masoquistas, entre otros, que aman y practican los azotes principalmente por el dolor.
Sin embargo, para la mayoría de las personas, el dolor no es un fin en sí mismo, sino sólo un medio. El dominio o la sumisión se hace especialmente evidente en el caso de los castigos corporales.
El placer de los azotes
El placer que se obtiene de las nalgadas tiene lugar en dos niveles. Por un lado, hay muchas personas que sienten placer por el dolor que provocan los azotes. Suelen buscar un aumento de las sensaciones y les gusta que les azoten con diversos utensilios y herramientas.
Las palas, los cultivos y los látigos están de moda aquí y son muy populares para aumentar las sensaciones. El segundo componente de los azotes es más emocional y también en el sector BDSM. La pareja azotada disfruta del papel de sumisión, disfruta de la reprimenda y de ser absorbida en el papel de sumisión.
La parte activa de los azotes también se ve afectada por este tipo de placer. Castigar a su pareja y hacerla sumisa puede desencadenar una enorme oleada de placer sexual. Aquellos que aman el desequilibrio de poder en el spanking suelen necesitar menos equipo y a menudo ningún aumento de intensidad para obtener placer al jugar juntos.
Consejos importantes para principiantes
Si quieres probar los azotes con tu pareja por primera vez, hay algunos puntos que debes tener en cuenta. Por un lado, la comunicación es especialmente importante al principio.
Aunque se pueden utilizar juguetes como vendas para los ojos y ball gag para aumentar la tensión a medida que se gana experiencia, al principio deberías poder comunicarte con facilidad. Cada persona tiene un umbral de dolor diferente y distintas zonas especialmente sensibles al dolor. Hay que abordar estas áreas lenta y cuidadosamente para que el juego sea y siga siendo placentero para ambos. En cualquier caso, empiece despacio y con cuidado.
Comienza acariciando las zonas de piel deseadas y prepara a tu pareja para los azotes mediante el contacto físico. Los azotes con la mano abierta se recomiendan al principio. Siempre puedes volver a los juguetes sexuales como las paletas o los látigos. Al principio, sólo tensa ligeramente y presta atención a las reacciones de tu pareja.
La línea entre el dolor y el placer es muy estrecha, sobre todo al principio, y sólo debe cruzarse con mucho cuidado. Una vez que conozcas la reacción de tu pareja, podrás variar la intensidad de los azotes a tu gusto e incluso aumentarla.
Posiciones populares de nalgadas
Los azotes pueden hacerse en diferentes partes del cuerpo, pero las nalgas son uno de los clásicos que son igualmente apreciados por mujeres y hombres. Dos posiciones diferentes son especialmente adecuadas para este tipo de azotes. Por un lado, puedes simplemente poner a tu pareja sobre tu rodilla.
De este modo, tienes a tu pareja perfectamente controlada y puedes controlar sus movimientos, así como sentir directamente las reacciones a los azotes. Esta posición también es especialmente humillante, lo que aumenta el componente psicológico de vergüenza en los azotes.
Como alternativa, puede utilizar otras posiciones que también permitan un buen acceso y que sean correspondientemente expuestas. De pie, con las nalgas sobresaliendo, o a cuatro patas, con la cabeza en el suelo y las nalgas fácilmente accesibles, son dos posiciones populares para los azotes.
En todas estas posiciones, puedes combinar los azotes con otros actos eróticos y ofrecer una mezcla de zanahoria y palo.
Juguetes sexuales para azotar
Si tu propia mano no es suficiente, o simplemente quieres hacer el juego un poco más flexible, puedes ampliar las nalgadas con varias ayudas. El clásico, no apto para todo el mundo por su alto potencial de dolor, es el cepillo de pelo.
Mucho mejor y más efectivo es el uso de la paleta, la pala y el látigo para hacer el juego más interesante y variado. Para una patada muy especial, puedes vendarle los ojos a tu pareja y así aumentar aún más su tensión. Al fin y al cabo, tu pareja nunca puede saber cuándo va a llegar el próximo castigo.
El uso de una mordaza también puede aumentar la tensión y hacer que el juego de rol sea aún más intenso.
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La cantidad justa de energía
Si quieres empezar a dar azotes como parte activa sin ninguna experiencia propia, debes aprender a controlar tu fuerza. Porque los golpes de azote pueden ser rápidamente demasiado fuertes y sobrecargar a tu pareja. Empieza siempre con movimientos ligeros, aunque sólo sea para calentar la piel y los músculos.
No conseguirás ese fondo rojo que has visto en algún que otro vídeo, pero tampoco te harás ningún daño. Presta atención a las reacciones del compañero pasivo y sólo entonces aumenta la intensidad y la fuerza si es necesario.
Esto es especialmente cierto si se utiliza una herramienta de nalgadas como una paleta o un cepillo para el cabello. Estas herramientas suelen ser mucho menos flexibles que la mano y, por tanto, pueden causar más dolor.
Después de los azotes - el cuidado posterior
No importa si eres la parte activa o la pasiva, después de los azotes y tras el final de la sesión debes ocuparte de los puntos rojos del trasero. Una crema refrescante o una ducha fría pueden aliviar rápidamente.
Además, los últimos rastros pueden eliminarse muy bien y con relativa seguridad. Asegúrate de aprovechar esta oportunidad para que tu piel espere con ganas la siguiente sesión de azotes. Al fin y al cabo, los azotes suponen un gran esfuerzo y no deben subestimarse.
Spanking macht richtig geil
Spanking macht mich richtig geil! Es gibt in so vielen alltäglichen Situationen die Möglichkeit, mit Spanking zu beginnen. Oftmals reicht es schon, mit dem Partner zusammen Mittagessen zu kochen. Dann hängt dort verlockenderweise ein Geschirrtuch. Etwas zusammengezwirbelt kann das ordentlich auf dem Hintern zwicken. Ein kleiner Spaßgeht dann schön in sexuelle Lust über. Wir haben aber auch ein ganzes Arsenal an Toys, wie Peitschen, Riemen und Co. Abwechslung der Toys bringt immer wieder neue Lust zum Vorschein. Spanking wird gewiss niemals langweilig.