Hoy estaba de muy mal humor y pensaba emborracharme del todo. Hacía unas horas había pillado a mi novio haciéndoselo bien por detrás a otra mujer mientras pensaba que yo estaba en la oficina.
Por una vez había llegado pronto a casa porque me había despedido mi jefe y quería recibir un abrazo de apoyo de mi pareja. Pero en vez de eso él se estaba divirtiendo con otra. Genial, realmente genial. Huí hacia mi mejor amiga, a la que desahogué mi corazón con una copa de vino y que me consoló lo mejor que pudo.
Pero a medida que se hacía más y más tarde, mi amiga quería irse a la cama mientras yo quería convertir la noche en día. Dormir era imposible en esta situación. Aunque mi querida amiga intentó convencerme para que durmiera en su sofá, me puse en marcha una vez más. Esta noche quería divertirme y olvidarme del resto de mi vida.
Me dirigí al club más cercano
No conocía el barrio y sólo buscaba un lugar donde beber y bailar. Con lágrimas en los ojos, me tropecé con una discoteca que parecía de moda y en la que el bajo retumbaba. Me abrí paso con decisión hasta la barra y pedí un tequila doble.
Después de bebérmelo, pedí el siguiente inmediatamente. Aproveché la ocasión para echar un vistazo al local. Lo que vi me sorprendió totalmente. Sólo había mujeres en la pista de baile, en la barra y en todas partes.
Mujeres guapas que reían, coqueteaban y se besaban. Sonrío para mis adentros. Qué ironía haber acabado en un club de lesbianas mientras huía de mi novio infiel. De repente, sentí que alguien me observaba y me di la vuelta.
Miré directamente a los enormes ojos azules de una morena despampanante. "Eres nueva aquí, ¿verdad?" Su voz sonora me atravesó. Hablamos un rato y tuve que admitir que Alicia, así se llamaba, me atraía totalmente.
Nunca había encontrado sexualmente atractiva a una mujer, pero Alicia, con sus maneras dominantes y su mirada profunda, me cautivó. Se ofreció a llevarme a casa con ella y no pude resistirme a esta seductora oferta.
Mi primera vez con una mujer
Hubo una inmediata relación de poder dominante-desviada entre nosotros que surgió de forma natural. Era como si Alicia pudiera sentir lo que yo necesitaba. Me apretó contra la pared del pasillo y me besó apasionadamente. Dejó que sus dedos se deslizaran sobre mis pezones rígidos y tiró suavemente de ellos, haciéndome sentir un ligero dolor.
Sus dedos se introdujeron rápidamente en mis bragas y me penetró mejor que ningún otro hombre. Me corrí allí mismo, en el pasillo, y Alicia me tapó la boca cuando quise gritar de placer.
Entramos rápidamente en su piso y ella, impaciente, me arrancó la ropa.
Nos lamimos hasta el clímax en el 69 y me sorprendió lo natural que me resultaba el sexo con una mujer. Agotado, me desplomé en la cama, pero Alicia estaba lejos de haber terminado conmigo. Fue a su mesita de noche y sacó unas bragas con un consolador grande.
Me ató la correa para el juego de rol con el consolador púrpura y me indicó que me tumbara en la cama con las piernas abiertas. Me ató los brazos a la cabecera de la cama y quedé completamente a su merced. Me folló tan fuerte con el arnés que perdí la vista y el oído.
Pero justo antes de que estuviera a punto de llegar al orgasmo por tercera vez aquella noche, Alicia me soltó de repente y quiso probar algo completamente nuevo conmigo. Acepté su sugerencia, pero también tenía un poco de miedo de que pudiera causarme dolor. Al fin y al cabo, nunca había practicado fisting. Pero tenía curiosidad y estaba más cachonda que nunca.
Nunca había estado tan satisfecho
Mi caliente Alicia me penetró primero con dos dedos y luego con más y más. Me acariciaba el clítoris y me llenaba más y más. No podía ni imaginar que todo su puño cabría dentro de mí, pero me estiró con manos hábiles y me preparó para un fist fuck inolvidable.
Mis músculos temblaban de placer cuando por fin llegó el momento y ella me introdujo suavemente el puño. No tenía ni idea de que pudiera estar tan lleno y de que me gustara tanto esta sensación. Pero mi primer fist-fuck no sería el último. Y la aventura con mi ex novio ya estaba olvidada.
Ja ist doch schön dass Sie jemanden gefunden hat und eine schöne Zeit mit Ihr verbracht hat. Inkl. das schöne
Fistingspiel.